olivar ecológico

Aceite de oliva Blanco Virgen Extra, en pleno proceso hacia el olivar ecológico

La agricultura ecológica consiste en la producción sostenible y respetuosa con el medio ambiente de los productos del campo. Se trata, qué duda cabe, de una vuelta a los orígenes, a técnicas ancestrales que no necesitan químicos ni fertilizantes ni herbicidas y pesticidas que deterioran la tierra, dejándola exhausta, además de mermar la calidad del producto. Nadie negará a estas alturas que la agricultura industrializada puede llegar a tener efectos verdaderamente adversos en todo el ecosistema donde se lleva a cabo.

¿Qué es la agricultura ecológica?

La agricultura ecológica u orgánica se basa en un uso racional de los recursos disponibles, tanto tradicionales como novedosos, siempre y cuando sean respetuosos con el medio ambiente y procuren el cuidado de la tierra, es decir, su productividad natural. Recursos como el compostaje y los fertilizantes elaborados con material orgánico cuyo uso no comporte una huella negativa.

La transición de los olivares de Fuente Alcaide, de donde procede nuestro virgen extra, hacia la consideración de terrenos completamente ecológicos es un proceso largo y complejo que afrontamos con orgullo y una profunda convicción. Se trata de una cuestión de principios, más allá de la demanda por parte de la sociedad contemporánea de productos de origen 100% ecológicos, pues queremos que las tierras donde hunden sus raíces nuestros olivos sean unas tierras sanas y naturalmente nutritivas, porque solo de este modo podremos conseguir el mejor aceite de oliva virgen extra.

Son tres años los que se necesitan para que, oficialmente, una finca —y lo que en ella se produce— pueda denominarse ecológica y reciba la certificación oficial que indica que el producto cumple con todas las normas que exige el Reglamento (UE) 2018/848 sobre producción ecológica y etiquetado de los productos ecológicos. Durante este extenso periodo de tiempo, con la ayuda y el asesoramiento continuo de expertos en la materia, se analizan minuciosamente los suelos, los árboles y cuantos elementos componen la finca hasta comprobar por parte del organismo de control que se cumplen con los requisitos exigidos, es decir, que el terreno está libre de agentes químicos.

Queremos que nuestros hijos y nietos hereden tierras limpias y sanas, y por ello, el único camino es convertir nuestros olivares en cultivos ecológicos, es decir, retornarlos a su estado natural. De este modo, aportamos nuestro granito de arena al cuidado de la biodiversidad, de modo que la cubierta vegetal, al no sufrir la agresión de los químicos, favorece sustancialmente la proliferación de la fauna y flora silvestre, esencial para el equilibrio medioambiental.

Olivar ecológico

Un olivar ecológico produce lo que puede verdaderamente criar por sí mismo, por ello el virgen extra de producción orgánica alcanza cotas de excelencia inigualables. La naturaleza impone su ley inexorable, y la proliferación de la fauna es el método más eficaz para el control de plagas, además de mejorar la captación del agua de lluvia, desgraciadamente tan escasa. Todo ello redunda en un mejora general y muy sustanciosa de la calidad y cantidad de los nutrientes del suelo.

Por todo ello, Blanco virgen extra es un aceite de oliva de calidad suprema, un saludable manjar y una experiencia gourmet de sabor complejo y armónico, que procura innumerables beneficios a quien lo consume. Y es también un homenaje a una tierra y unos árboles —nuestra finca centenaria y nuestros olivos arbequinos y hojiblancos— generosos como sólo la naturaleza sabe serlo con quien la cuida con devoción y respeto.